Una Cruzada Ideológica contra Alberto Fujimori.
Por Nicole M. Ferrand.*
[1] Estas “masacres” ocurrieron en 1991 y 1992.
[2] Grupo creado en los 90s que supuestamente operaba bajo las órdenes de Vladimiro Montesinos, jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). El líder de Colina era el capitán Martin Rivas que a su vez, le respondía al General Rivera Lazo. Supuestamente Lazo recibía órdenes de Montesinos, cargo que nunca ha sido probado.
Según una reciente encuesta de opinión, dos tercios de la población piensa que Fujimori fue encontrado culpable sin ninguna prueba y muchos líderes de opinión, expertos y abogados coinciden.
De acuerdo a la mayoría de expertos en la materia, Fujimori fue condenado incluso antes de haber pisado las salas de ese tribunal. El juicio que se convirtió en un show y que fue televisado en su totalidad, fue un completo fraude. Primero que nada, los tres jueces que condenaron al ex Presidente, Cesar San Martín, Víctor Prado Saldarriaga, y Hugo Príncipe Trujillo, condujeron el caso aún cuando, durante régimen de Alberto Fujimori, fueron separados de sus puestos en el Departamento de Justicia por liberar a supuestos terroristas y criminales mientras se dedicaban a acusar a miembros de las fuerzas armadas de ser ‘muy duros’ en sus tácticas de combate. Es evidente que los ‘magistrados’ vieron en este juicio la oportunidad de vengarse.
Como resultado, durante el proceso legal en contra del ex – Presidente, San Martín, Prado y Trujillo estaban claramente en contra del acusado no pudiendo si quiera esconder su profundo desprecio por el ex líder, aún cuando las cámaras rodaban. Abiertamente reprendían a cualquier testigo que mostrara simpatía por el ex Presidente o cuando no podían implicarlo. Lo que es peor aún, los tres “magistrados” redactaron la sentencia incluso antes que la defensa terminara de presentar su caso. Por ello muchos concuerdan que la corte impuso una Sentencia Ideológica, que no está basada en hechos sino en prejuicios personales, opiniones y argumentos. Con este veredicto lo que querían era castigar a Fujimori por adoptar medidas económicas neoliberales y por mantener una postura fuerte contra el terrorismo, lo opuesto a lo que ellos absurdamente creen.
Por que ideológica?
Después de la caída de la Unión Soviética, muchos socialistas y comunistas buscaron reciclarse para no desaparecer y trabajaron incesantemente para ocupar puestos en el Departamento de Justicia en varios países de América Latina. Muchos pensaron que al hacerlo, podrían utilizar sus puestos en contra de sus enemigos cuando se presentasen oportunidades legales. Otros decidieron organizarse y formar Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s como ‘Aprodeh’) bajo el pretexto de defender los ‘derechos humanos’ con la clara intención de aliarse con jueces locales para imponer sus ideas socialistas en los países donde decidían operar.
En este contexto, fue bajo Alberto Fujimori que la izquierda prácticamente desapareció del escenario político y que el Perú logró derrotar a lar organizaciones terroristas marxistas Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. El ex Presidente tomó la valiente decisión de implementar políticas eficaces que resultaron en la derrota de estas dos organizaciones criminales, pero que también le ganaron el odio de la izquierda que, hasta el día de hoy, siguen siendo sus enemigos mas acérrimos. Nunca le podrán perdonar a Fujimori que haya logrado derrotar a sus aliados políticos. Por sus logros, el 60% de la población consideran que Fujimori fue el mejor Presidente de la historia del Perú.
Es importante entender que Fujimori heredó un país en total caos donde la violencia estaba fuera de control y donde la hiperinflación alcanzaba niveles del 18,000%. El ex – presidente logró derrotar a SL y al MRTA, quienes desde los ochenta, sistemáticamente mataron a mas de 25,000 personas, incluyendo a miembros de las Fuerzas Armadas y la policía, quienes valientemente lucharon contra estos criminales en las circunstancias más difíciles. Además, los terroristas dejaron miles de heridos, huérfanos y viudas dejando a la población en la miseria absoluta.
En el frente económico, SL y el MRTA hicieron lo posible para destruir el país y condenar a sus ciudadanos a vivir en pobreza. Por otro lado, Fujimori adoptó el modelo neo-liberal alcanzando el mayor crecimiento en America Latina desde el 2002 al 2008, con un promedio de 6.7%. Esta es otra razón por la que la izquierda ha perseguido a Fujimori sin cesar; Fujimori demostró que sus políticas producían resultados en lugar del modelo socialista que ya ha fracasado en Latinoamérica.
El experto legal Peruano, Enrique Ghersi, dio una entrevista al diario “Correo” después de saberse la sentencia.[1] En sus declaraciones dijo que el proceso debía anularse por completo. Primero que nada, los tres jueces que lo encontraron culpable nunca debieron ver el caso debido su clara hostilidad hacia el ex Presidente. Además, de acuerdo a las leyes peruanas, los abogados querellantes deben probar la participación personal del acusado en el crimen del que se le acusa. En este caso, alguno de los testigos acuso a Fujimori de ordenar la matanza de quince (15) personas que fueron confundidas por terroristas de Sendero Luminoso en Barrios Altos a las afueras de Lima el 3 de Noviembre de 1991? No. Alguien pudo implicarlo personalmente de mandar a matar en Julio de 1992, a un profesor universitario y nueve estudiantes de la Universidad La Cantuta en Lima? No. Los abogados demandantes no presentaron ninguna prueba que indicase que Fujimori haya sido responsable de ordenar estos actos. Por ello, el juicio fue político.
Después del veredicto, la ‘izquierda caviar[2], los autodenominados ‘intelectuales’ (como el escritor Mario Vargas Llosa a quien Fujimori derrotó en 1990 y que desde ese entonces tiene una amargura tremenda contra el ex presidente), Salomón Lerner de la infame “Comisión de la Verdad y Reconciliación” a quien la mayoría de Peruanos considera un traidor, y los medios de comunicación afines, reaccionaron con alegría felicitando la decisión de la corte diciendo que Fujimori había sido acusado de cometer ‘crímenes de lesa humanidad,’ lo que no es verdad. Hubieran querido que sea así pues, si era hallado culpable de este delito, ninguna corte o autoridad podría invalidar o anular la sentencia. Según Ghersi, los párrafos que mencionan esta tipología, sólo están al principio de la sentencia y sólo se mencionan como consideración. No fueron utilizados para efectivamente sentenciar el ex – Presidente, lo que significa que el veredicto, en teoría, podría ser anulado. ¿Por qué no pudieron los jueces sentenciarlo por crímenes de lesa humanidad por más que quisieran? Pues porque la Corte Suprema de Chile, país donde vivió Fujimori antes de ser extraditado al Perú, negó su extradición por ese delito porque las ‘pruebas’ presentadas fueron rechazadas como insuficientes.
Estos dos ‘crímenes’ fueron llevados a cabo por miembros de las fuerzas armadas que ocupaban rangos menores quienes no tenían la posibilidad de, si quiera, contactar al ex – Presidente directamente. Estos soldados tenían que actuar bajo una presión terrible, en un clima donde la violencia y la muerte dominaban en el Perú desde que los terroristas de SL y del MRTA comenzaron a atacar a la población. Como fue evidente en el juicio, nadie pudo implicar al ex Presidente de ordenar estos supuestos crímenes. Es más, los mismos miembros del “Grupo Colina” que eran los testigos clave en el juicio, aseguraron uno tras otro que nunca conocieron personalmente a Fujimori.
El crimen de Barrios Altos fue un error de inteligencia, los responsables están en la cárcel y han expresado, en más de una oportunidad, su pesar. Pero el incidente de La Cantuta fue distinto. Ocurrió solo días después de la bomba que explotó en Tarata[3] cuando los miembros de las Fuerzas Armadas estaban bajo tremenda presión por encontrar a los responsables del ataque. Los supuestos culpables se estaban escondiendo en el campus universitario.[4] Como se pudo demostrar durante el juicio: los acusados nunca conocieron a Fujimori. La corte decidió, que era “indirectamente culpable,” un completo invento de estos jueces que, como simplemente no tenían ninguna prueba en contra de él, tenían que culparlo de cualquier crimen para enviarlo a la cárcel como tanto querían.
Es importante entender que había una guerra civil en el Perú cuando Fujimori asumió la presidencia. Los terroristas mataban inocentes por todo el territorio y los militares tenían que hacer lo posible por defender a la población. En este proceso, es difícil y duro de decir, pero a veces se cometen errores involuntarios y personas inocentes mueren. Hay que poner las cosas en perspectiva: veinticinco (25) personas perdieron la vida en estos ‘crímenes’ que los jueces atribuyen a Fujimori, pero estos ocurrieron en el proceso de salvar a miles de personas de una muerte segura en manos de SL y del MRTA.
Esta sentencia, además de ser errónea, sienta un precedente peligrosísimo en el Perú. Las actividades terroristas han incrementado debido a las políticas antiterroristas ineficaces de Toledo y García. La semana pasada, Sendero Luminoso, asesinó a catorce (14) soldados en Apurímac. Si el terrorismo avanza más, ¿quien se va a atrever a ordenar alguna acción en contra de este grupo si al final pueden ser acusados como Fujimori por luchar contra estas agrupaciones de izquierda? Si las fuerzas armadas trágicamente cometen algún error y un inocente muere, esta sentencia asume que el Presidente “tenía o tiene que saber” todas las acciones de sus subordinados y que “seguramente” él lo ordenó. Entonces, ya no hacen falta las pruebas en los juicios en el Perú de ahora en adelante.
Desafortunadamente, las ramificaciones de esta veredicto no sólo se sentirán en el Perú. Los Presidentes Álvaro Uribe de Colombia que desde hace años lucha contra las FARC, Felipe Calderón de México en su conflicto contra los carteles de drogas, o cualquier líder conservador de la región que se vea en la obligación de combatir algún grupo terrorista u organización izquierdista, puede decidir no hacerlo para evitar ser perseguidos en sus respectivos países una vez que dejen el poder. Como anteriormente lo mencionamos, muchos analistas han mostrado preocupación por el hecho que socialistas reciclados se están moviendo para ocupar cargos importantes en los Departamentos de Justicia por toda America Latina y, junto a las autodenominadas ONG de derechos humanos que sólo defienden a terroristas y criminales, perseguirán a los que consideran sus enemigos cuando el escenario político esté a su favor.
En el caso Peruano, la gran mayoría de la población ha rechazado la sentencia y muchos simpatizantes e independientes que reconocen los logros de Fujimori, han salido a las calles a protestar este sentencia. Su hija, Keiko Sofia Fujimori Higuchi, candidata a la presidencia de la Republica para las elecciones del 2011, ha dicho que si sale elegida, perdonará a su padre añadiendo: “Esta sentencia será un boomerang para los que persiguen y son enemigos de Fujimori. Hay muchísima gente que apoya a mi padre. Esta sentencia no es una derrota para el Fujimorismo. Al contrario; nos fortalece, y la reacción contra la condena se multiplicará.” Creo que todos podemos coincidir que las próximas elecciones serán un referendo con respecto al legado de Fujimori.
*Nicole M. Ferrand es analista y editora del “The Americas Report” del Menges Hemispheric Security Project en el Center for Security Policy en Washington DC. Se graduó de la Universidad de Columbia en Economía y Ciencias Políticas. Estudió Derecho en la Universidad UNIFE y Finanzas Corporativas en Georgetown University.
[1] “Es una sentencia ideológica.” Entrevista a Enrique Ghersi. 14 de Abril del 2009. Diario Correo. Perú.
[2] Expresión Política utilizada para a aquellos que proclaman tener ideas de izquierda pero que tienen una vida lujosa o alejada de los ideales propios de las políticas de izquierda.
[3] Atentado en Miraflores de 1992 consistió en la explosión de un coche bomba en la cuadra 2 de la calle Tarata, en pleno corazón de Miraflores de la ciudad de Lima, Perú realizada el 16 de julio de 1992 por Sendero Luminoso. Dos vehículos, cada uno equipado con una tonelada de explosivos, explotaron en la mencionada calle a las 9:15 pm., matando a 25 e hiriendo a unas 200 personas.1 La onda expansiva destruyó o dañó 183 casas, 400 negocios y 63 automóviles estacionados.
[4] En el campus de la Universidad, elementos radicales de Sendero Luminoso y el MRTA tuvieron una fuerte presencia. En la madrugada del 18 de Julio de 1992, 2 días luego de la explosión del coche bomba en Lima en la céntrica calle miraflorina de Tarata, miembros del Grupo Colina entraron a las residencias de la Universidad Enrique Guzmán y Valle. Una vez dentro, las tropas forzaron a todos los estudiantes a salir de sus habitaciones y echarse boca abajo en el piso. Nueve estudiantes, sospechosos de estar conectados a la explosión de Tarata, – Bertila Lozano Torres, Dora Oyague Fierro, Luis Enrique Ortiz Perea, Armando Richard Amaro Cóndor, Robert Édgar Teodoro Espinoza, Heráclides Pablo Meza, Felipe Flores Chipana, Marcelino Rosales Cárdenas, y Juan Gabriel Mariños Figueroa – fueron separados de los demás y llevados aparte. Mientras tanto, en las residencias de los profesores, un grupo de soldados irrumpió a la casa del profesor Hugo Muñoz Sánchez. Luego de registrar su dormitorio, se llevaron al profesor. Ninguna de las diez víctimas fue vuelta a ver.